sábado, 15 de febrero de 2020

TEL AVIV EN LLAMAS****

Título original: Tel Aviv on Fire. Director: Sameh Zoabi. Guión: Dan Kleinman, Sameh Zoabi. Intérpretes: Case Nashef, Yaniv Biton, Laetitia Eido, Joseph Swede, Lubna Azabal, Maisa Abd Elhadí. Producción: Coproducción Luxemburgo-Bélgica-Israel-Francia; Samsa Film / TS Productions / Artemis Productions / Lama Films/ Israel Film Fund, United King. Música: André Dziezuk. Fotografía: Laurent Brunet. Año: 2018. País: Luxemburgo. Duración: 100 min. Público: Todos.

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El humor siempre se ha utilizado en el cine y en la literatura para trasmitir los dramas que atraviesan los seres humanos. En esta película, se contempla el conflicto israelí-palestino desde un punto de vista cotidiano y por momentos, arranca las carcajadas de los espectadores. Lidia con temas políticos sombríos de manera tan divertida y agradable como inteligente. Y quizás lo más complicado de todos: quitando hierro y con ironía. Muchos dirán que está a favor de los palestinos y otros dirán lo contrario.

Salam, un palestino de 30 años que vive en Jerusalén, trabaja en el set de la famosa telenovela palestina Tel Aviv on Fire, producida en Ramallah. Todos los días, para llegar a los estudios de televisión, debe pasar por un estricto control israelí. Allí se encuentra con el comandante a cargo del puesto de control, Assi, cuya esposa es fanática de la telenovela. Para impresionar a su mujer, Assi se involucra en escribir la historia. Salam se da cuenta de que las ideas de Assi podrían llevarle a un ascenso como guionista. Su carrera creativa mejora con los consejos del comandante.

El director de Tel Aviv on Fire es Sameh Zoabi, árabe israelí nacido en nacido en 1975 en la localidad de Iksal, cerca de Nazaret, que en hoy día vive en Brooklyn. Alguien lo suficientemente inteligente como para tratar el conflicto israelí-palestino de una forma bien distinta a la habitual: a través de un guión sobre un guión y en el backstage de una telenovela de habla árabe ficticia. Se produce en la Autoridad Palestina, pero también se transmite en Israel y es un gran éxito, lo que demuestra que el anhelo por el romance y la conexión local con la cultura trasciende las diferencias políticas.

Case Nashef interpreta a un guionista principiante y de pocos medios que, gracias a sus conexiones familiares, procede a producir la novela, que tiene lugar en 1967 y sigue a una espía árabe que intenta seducir a un general israelí. Tiene a su favor la familiaridad con la sociedad israelí y su dominio del idioma hebreo, y desde el papel de un consultor junior se convierte en autoridad para el rodaje. Un alivio para él, porque necesita sobrevivir económicamente y recuperar el corazón de su exnovia.

Jerusalén Este. En el camino entre las dos ciudades, un punto de control lo está esperando, en el que espera un oficial, interpretado por Yaniv Biton. Así, por ejemplo, tiene la idea de refinar la imagen de la televisión general para mejorar la imagen de los militares como él, o simplemente dictar los desarrollos de la trama en capítulos que aún no se han emitido, para que pueda hacer spoilers y demostrarle que está al corriente.

La disputa entre el comandante Assi y Salam sobre el guión de la telenovela es una metáfora de la narrativa del conflicto en el que Israel trata de hablar en nombre de los palestinos. Pero también es una lucha interna dentro de la comunidad árabe en sí: el tío del héroe, productor, quiere terminar la historia en 1967, donde para él todo acaba; el joven guionista, tiene otro punto de vista sobre los acontecimientos: trabaja bajo la estricta supervisión de las autoridades israelíes y transmite directamente a la clase media judía, sin embargo logra transmitir mensajes a favor de los palestinos.

Los diálogos son ingeniosos, cómicos, de gran potencia y humor, pero también expresan vulnerabilidad y melancolía: es todo un reto decir cosas interesantes y estimulantes sobre un tema que del que se ha dicho casi todo. La mayoría de las películas que se han hecho hasta ahora sobre el conflicto, sin importar el idioma, delatan en ocasiones autoimportancia y la autocompasión, pero aquí vemos abordar un tema político desde un suceso inverosímil y disparatado, pero que demuestra la parte ligera de la vida, tratando las cosas de manera divertida y genial.

Tel Aviv on fire comenzó su viaje internacional en el Festival de Cine de Venecia, donde Case Nashef ganó el Premio al Mejor Actor. Se estrenó también en docenas de festivales prestigiosos y se distribuye comercialmente en Francia, donde ha vendido más de 100,000 entradas, lo que la convierte en la película israelí más exitosa de Europa.



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