sábado, 8 de junio de 2013

“TURISTAS”: CÓMO SER BANAL Y LETAL

 

El británico Ben Wheatley (Essex, 1972) estrenó «Kill list» en el Festival de Toronto del año 2011, donde impactó con la negrura de su narrativa por la mezcla constante de la muerte y el humor. En 2012 volvió al mismo Festival canadiense con «ABC's of Death», una serie de cortos en la que participó junto a Nacho Vigalondo, y en 2013 se ha centrado en el tercer largometraje que ahora presenta.


                                             Tina (Alice Lowe) y Chris (Steve Oram)  
La tercera película de Ben Wheatley cuenta el viaje Tina (Alice Lowe) y Chris (Steve Oram), una pareja disfuncional de cuarentones que deciden escapar del opresivo y cerrado ambiente en el que viven -encarnado por la obsesiva madre de Tina- y recorrer la campiña inglesa a bordo de una autocaravana. Un viaje negro, negrísimo y que pretende ser banal. Pero sobrecoge que lo sea, porque recuerda al planteamiento de la filósofa Hannah Arendt sobre el exterminio nazi y “la banalidad del mal”. De hecho, es Wheatley el que ha afirmado que “ ’Turistas’ representa el derrumbe de Inglaterra. Todas las películas que he hecho hablan sobre la situación política de su momento. Esta habla sobre la recesión, sobre esa gente que ha sido engañada porque le han dicho que, si se comportaba de una determinada manera, todo iría bien... Y de repente han cumplido 40, y se han dado cuenta de que no les ha ido bien. 'Turistas' está ambientada en un país en transición, que se da cuenta de que ya no es grande".

Para hablar del derrumbe existencial se habla de la mezcla fría de muerte y humor. No es la primera vez. Tarantino en su trilogía de la venganza escoge esta narrativa, pero Wheatley acaba por congelarla y acercarla a la vez, en algo tan normal y cotidiano como hacer un viaje en caravana, como coleccionar souvenirs cuando se viaja.

Conoce bien a los actores Alice Lowe y Steve Oram, aptos para la improvisación y ese estilo de aparente domesticidad y banalidad que han desarrollado en proyectos de televisión. Para esta historia le resultaban imprescindibles: absurdos, irracionales, impulsivos, inanes. El director escocés comenta: “el guión parecía encajar con mis otras películas, estaba en el mismo universo que 'Kill list'. Me encantó la idea de que fuera un viaje que casi va hacia atrás en el tiempo, que representa el derrumbe de Inglaterra. ¡Eran lugares de la vieja era industrial!». Lo zafio, lo sucio, lo brutal, la muerte y el humor. La normalidad aparente y lo extraño y sádico; con ese sarcasmo que parece quedarse tranquilo con una carcajada chillona y no se plantea reflexionar jamás. Y ése es el disparate.


Pero para asombro de todo el mundo, ‘Sightseers’ (’Turistas’) entró en el Festival de Cannes en la Quincena de realizadores a pesar de ser una comedia. Eso sí, comedia negra. Patética y cercana, lo letal y la brutalidad en escenario habitual.

Como afirmaba Claude Lévi-Strauss en su ensayo 'Lo crudo y lo cocido', una condición para conocer uno de los dos conceptos el saber de la existencia del otro.

María Molina