lunes, 17 de octubre de 2016

LLÉVATE MIS AMORES****

Director: Arturo González Villaseñor. Guión: Arturo González Villaseñor.  Productoras: Acanto Films, Pimienta Films, UAM-X. Fotografía: Juan Antonio Mecalco Cruz. Música: Muna Zul. Producción: Indira Cato. Edición: Lucrecia Gutiérrez Maupomé. Sonido: Rodrigo Villanueva Sánchez, Lena Esquenazi. Año: 2014. Duración: 90 min. País: México. Premio: Festival Internacional de Cine de Los Cabos, IDFA

Delicado documental de Arturo González Villaseñor, un retrato íntimo de las mujeres veracruzanas “Las Patronas”, que se enfrentan a diario el rugido del tren de mercancías cargado de emigrantes “La Bestia”. Desde 1995 estas mujeres preparan comida todos los días y la lanzan a los emigrantes que viajan sobre el tren rumbo a Estados Unidos. Un diario personal y cercano a cada retrato y a cada vida que traza la frontera entre la vida que toca vivir y la vida que se elige; un conmovedor, valiente y deslumbrante ejemplo de amor y solidaridad que contrasta con la violencia y los riesgos que viven las personas que viajan sobre el tren.


Ópera prima del cineasta mexicano Arturo González Villaseñor (Ciudad de México, 1985), le llevó cuatro años de factura y se puso en marcha el día en que Arturo conoció junto con un grupo de amigos –con los que buscaba fundar una radio comunitaria en la zona- a las mujeres que se sitúan al costado del tren “La Bestia”, para tirar al paso rápido del vehículo bolsas con agua y alimentos a los emigrantes que van rumbo a los Estados Unidos.


“En gran parte es un retrato de lo que ocurre en los pueblos mexicanos hoy en día: el abandono al campo, la explotación obrera/campesina representada por el esposo de una de ellas, José Luis, quien nos cuenta que trabaja doce horas al día y que aun así no le alcanza para mantener a su familia y tiene que vivir endeudado”, comenta Villaseñor.


Las pocas oportunidades que tienen las más jóvenes para ingresar en una universidad; la dificultad añadida por la baja calidad del nivel medio superior, que les impide hacer un buen examen. Muchos jóvenes optan por el ejército, la marina, dedicarse al campo o trabajar como obreros con sueldos miserables y una explotación devastadora. También retrata el machismo y el maltrato por parte de algunos hombres. Para ellos, al llegar del trabajo termina su día laboral, pero para las mujeres esto nunca termina. Y finalmente, refleja la conexión tan inmensa que tienen con la naturaleza, mujeres que dependen completamente de ella para su sustento y el de su familia, y que lo poco que tienen lo estiran para que llegue diariamente a los que pasan hacia la frontera de Estados Unidos.

Hace 18 años este grupo de mujeres de distintas edades, habitantes del poblado Guadalupe La Patrona, comenzó a preparar comida diariamente para los emigrantes a bordo de La Bestia. Pensaron cómo ayudar de la mejor manera a cientos de hombres en busca de una vida mejor, que implica arriesgar su vida y pasar por situaciones inhumanas y degradantes en el tren que pasa diariamente trasportándolos. Llévate mis amores nos recuerda que tendríamos que volver a ser verdaderamente humanos.



Villaseñor elabora una narración y un poema visual con delicadeza casi artesanal y con atmósferas casi pintadas a mano: retratos humanos de mujeres que se levantan con el sol para preparar comida en grandes ollas colocadas sobre leña, dando vueltas al arroz, revolviendo con el cucharón de madera los frijoles y los totopos que, de pronto, trasmiten la idea de que incluso podemos ser amados por alguien que ni siquiera nos conoce. Estas son las mujeres que han establecido la sencilla pero apabullante dinámica de arrojarles comida a emigrantes que no conocen, en bolsas de plástico, acompañadas de botellas de agua. Una labor que nadie paga.

Y aquí están los rostros humanos, personas reales, mexicanos y centroamericanos, que tras agarrar la bolsa con comida de Las Patronas, emiten un grito que se disuelve en las vías, en el tiempo y en el espacio, diciendo “gracias”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario