MR. BURTON ****
1942. En la ciudad galesa de Port Talbot, Richard Jenkins vive como un escolar caprichoso, atrapado entre las presiones de su familia en apuros, una guerra devastadora y sus propias ambiciones. Sin embargo, surge una nueva oportunidad cuando el talento natural de Richard para el teatro llama la atención de su profesor, Philip Burton.
El joven, que toma a Richard bajo su
tutela, prospera gracias a la estricta vigilancia de Philip y a la orientación
de la amable casera, Ma Smith. Sin embargo, a medida que el mundo de la
interpretación se pone al alcance de Richard, el peso de su pasado corre el
riesgo de frenarle para siempre.
Conocer la verdadera historia de una estrella del cine de
todos los tiempos siempre llena de autenticidad al personaje y corrobora su
forma de actuar y vivir. En este año 2025 se cumplen 100 años de su nacimiento,
y era el momento de contar esos primeros años de su vida que le marcaron y que
son completamente desconocidos para el gran público. Un apasionado Richard
Burton “en génesis”, apasionado y llenod e sueños, marcado del carácter galés de
los valles y formado en un centro urbano industrial duro y con mucha
personalidad, con tutor desde su adolescencia (fantástico y conmovedor Toby
Jones), que también le marcó profundamente. Una historia que desde el principio
contó con el apoyo y las aportaciones de su hija Kate.
El proceso de convertirse en actor, potenciando aspectos,
silenciando otros, mejorando la dicción y el acento galés…y a la vez
perteneciendo a un lugar, Wales, una lengua y a una cultura milenarias que
nunca se abandonan, como tampoco su pasado más conflictivo y herido. El joven
Richard Burton, hijo del minero Richie Jenkins, está interpretado por el
carismático y verosímil Harry Lawtey.
Una película que se disfruta, volviendo a ver uno de los duelos
interpretativos y sus diferentes escuelas que nos hacen añorar el buen cine de
siempre. Buen reparto, buena dirección.