viernes, 11 de diciembre de 2015

EVA NO MUERE***

Eva Perón ha muerto. Es la figura más amada y más odiada de Argentina. El mito que muere joven. Un gran especialista se encarga de embalsamarla. Tras meses de trabajo logra un resultado perfecto. Pero se suceden una serie de golpes de Estado en Argentina y algunos dictadores quieren borrar el legado de Evita de la memoria popular. Su cuerpo se convierte entonces en el centro de una confrontación que durará 25 años. 25 años durante los cuales Evita ha sido una figura más poderosa que cualquier político vivo.



El director Pablo Agüero dirige una película presentada en el 63 Festival de Cine de San Sebastián, que se basa en la propia investigación del director para reconstruir la historia real de los viajes que ha ido haciendo el cuerpo de Eva Perón. Su cuerpo desapareció durante diecisiete años y fue enterrado un cuarto de siglo después de su fallecimiento. El filme es una interpretación personal del director sobre los hechos históricos reales, que captura y fascina a la vez que repugna.

Se trata de una surrealista ficción sobre esta historia insólita, el derrotero del cadáver de Evita tras su muerte en 1952, pero contiene tanta información cifrada que para decodificar algunos de sus símbolos, tal vez sea necesario verla más de una vez. Difiere por completo de su personal e íntima obra anterior La Salamandra. Aquí se nutre de una historia global, con distintas implicaciones en el imaginario colectivo, y la transforma en una ficción con su marca y estilo.

El cuerpo muerto de Eva Perón, su oscuro y turbio peregrinar, es visto en tres momentos distintos de la historia argentina, con escenas teatralizadas cargadas de simbolismos y de preguntas sobre pasado, presente y futuro. Una estructura muy pensada, con material de archivo contenido en el filme, marcas que tienen que ver con el ultraje, y distintos episodios escena, como el embalsamado de su cuerpo, a cargo de un conservador español (Imanol Arias), el robo del cajón de la CGT a cargo de un comando militar que aquí está representado por un coronel francés y un soldadito en un juego de antítesis, y luego el episodio de Timote, cuando Aramburu es secuestrado y sentenciado por Montoneros, que entre otras cosas le exige dar con el paradero del cadáver.

                  Imanol Arias realiza el trabajo de embalsamador

Agüero, elige a un marino (Gael García Bernal ) para guiar parte de esta historia, es el punto de vista de Massera y algo más, porque el director juega a eso, a condensar información y símbolos históricos en cada uno de los personajes. Al tiempo que propone una mirada desde el dictador, responde con sus propias armas, es decir, la permanente interpelación. La mayoría de las escenas transcurren de noche, en un juego de contrastes más que elocuentes, que acentúan lo sórdido, el submundo de las cloacas políticas y de las dictaduras de signos diferentes. Consigue un tono a lo Caravaggio con acento casi gótico para los cuadros en interiores.

                        Gael García Bernal

El director soluciona con imaginación y pericia, pasando por el tono documental, la discontinuidad que implica no contar con un protagonista, o el hecho de que el tema en cuestión sea una muerta, y su ausencia, lo que en algunos tramos de la película nos aleja del eje. Timote es Timote, más allá de Eva, y también las bombas del 55 o esa particular discusión entre el coronel y el soldado en la caja de un camión.

                        La escena de Timote

Un tema de interés histórico y con implicaciones sociales y políticas, un director con aplomo y un debate que nunca se cerró. El tema es atrapante, el realizador demuestra aplomo y saber hacer ficción de un hecho real.

Pablo Agüero se inició en el cine rodando varios cortos que fueron premiados en diversos festivales internacionales. En 2008 realizó su primer largometraje, Salamandra, que participó en la Quincena de Realizadores de Cannes. El segundo, 77 Doronship (2009), fue distinguido con el premio al Mejor Director en el Festival Internacional de Cine de Buenos Aires y participó en Zabaltegi - Nuevos Directores en San Sebastián. Su penúltimo trabajo, el documental Madres de los dioses (2015), recibió una mención especial en el Festival Internacional de Mar del Plata.

EVA NO DUERME***


Título original: El cuerpo de Eva. Director: Pablo Agüero. Guión: Pablo Agüero. Intérpretes: Imanol Arias, Gael García Bernal, Denise Lavant, Daniel Fanego, Mia Maestro. Género: Drama. País: Argentina/Francia. Año: 2015. Duración: 85 min. Público: Adultos.

viernes, 27 de noviembre de 2015

LITTLE BOY***

Little boy es una épica película familiar que arrastra al espectador a un viaje de confianza, valentía, humor y amor a través de lo improbable de los sucesos, de las amistades y de la esperanza que vive un niño.



Pepper Busbee es un niño de 8 años que vive junto a su familia en una pequeña ciudad en Estados Unidos. Todo el mundo le conoce como “Little Boy” debido a su baja estatura. Rechazado y molestado por el resto de niños, el único amigo de Little Boy es su padre James, con el que cada día parece una aventura. El mundo de Little Boy se derrumba cuando James es reclutado como soldado para ir a la Segunda Guerra Mundial. Inspirado por su héroe de cómic, Little Boy cree que puede lograr lo imposible: traer a su padre de vuelta a casa. Para tener éxito en su misión, debe hacerse amigo de la persona a quien más teme, un anciano japonés al que nadie en la ciudad habla y que representa la cara del enemigo, contra el que lucha Estados Unidos y su propio padre.



El lector quizá quiera saber que el padre y el hermano de Alejandro Monteverde, director de la película, fueron secuestrados y asesinados en México, hace poco más de un mes. La familia había pagado el rescate. En la cinta, ambientada en un pueblo no demasiado sofisticado de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, también ocurren desgracias, vistas desde la pequeña estatura de un niño de ocho años. «Little boy» comparte además con Oskar Matzerath, el protagonista de “El tambor de hojalata”, obra de Günther Grass (1959), una extraña resistencia a crecer y a entender las cosas de los adultos.



Lo que nos cuenta Monteverde es una historia de fe, semillas y montañas, adornada por un elenco de grandes y veteranos actores  y de una factura notable, inspirada en esa luz dorada que envuelve los dibujos del ilustrador norteamericano Norman Rockwell (célebre por sus imágenes llenas de ironía y humor). Los elementos para emocionar se solapan unos a otros. El director logra emocionar, hacer reír, llorar o sentir miedo, con una historia sencilla de algo sencillo que provoca grandes cambios: incluso milagros.

                    The runaway, Norman Rockwell

«Little Boy» -no por casualidad el nombre con que se conoce también la bomba que cayó sobre Hiroshima- ofrece hermosas enseñanzas y aboga por combatir la maldad con la tolerancia, o aún más, de combatir la maldad con bondad, y no en concepto universal sino con hechos. El personaje de Hashimoto (Cary-Hiroyuki Tagawa) es perfecto para ilustrar con más sutileza el daño que producen la ignorancia y el aborregamiento. El espectador sagaz sabrá quedarse con esto.




El 4 de agosto de 2011 se anunció que Metanoia Films produciría la película con Ben Chaplin y Emily Watson uniéndose al elenco.  El 6 de agosto de 2011, Kevin James, David Henrie y Jakob Salvati se unieron al elenco. El 20 de junio de 2014, Open Road Films obtuvo los derechos de distribución de la película. El 2 de julio de 2014, se anunció que la película sería estrenada el 24 de abril de 2015.La película ha sido rodada en Rosarito Beach (en los mismos estudios mexicanos en los que tuvo lugar la filmación de TitanicLittle boy se ha rodado además en otras localizaciones como Los Cabos o Tijuana (ambas en México).

LITTLE BOY***

Director: Alejandro Monteverde. Guión: Alejandro Monteverde, Pepe Portillo. Intérpretes: Jakob Salvati, Michael Rapaport, David Henrie, Cary-Hiroyuki Tagawa, Emily Watson, Tom Wilkinson, Kevin James, Eduardo Verastegui. Productora: Coproducción México-EEUU; Santa Fé Films / Metanoia Films. Fotografía: Andrew Cadelago. País: México. año: 2015. Duración: 100 min. Público: Todos. 

jueves, 19 de noviembre de 2015

REMEMBER****

Una historia inusitada sobre la venganza servida en plato frío, del trauma, de la memoria. En estos días que de pronto se tornaron oscuros por lo sucedido en los atentados de París, o del Líbano, o Siria, o Irak, o Afganistán, la película Remember de Atom Egoyan toma un significado especial y se hace más hiriente.


La cinta se centra en Zev Gutman (el veterano actor Christopher Plummer), un sobreviviente de Auschwitz con demencia y pérdida de memoria que siente la necesidad de cumplir con un deseo de venganza hacia un blockfuhrer nazi. Como en muchas películas que hemos visto sobre el holocausto judío, existe un imaginario común revisitado, que Egoyan quiere explorar de otra manera. Su cine está apegado a contar la manera de lidiar con la tristeza y los acontecimientos de la vida como eje principal, que invita a la reflexión...esta cinta sin duda lo hace, y con hechos como los que suceden hoy en nuestro mundo, esto toma una relevancia esencial. Por contraste, para algunos afectados directamente por el horror o la violencia estos días, ni siquiera quieren otorgar a sus verdugos el odio ni el desprecio hacia ellos ni hacia sus acciones.  

El director canadiense-armeno Atom Egoyan acaba de recibir el Premio Cineteca Nacional de México. En Remember transmite su visión como director, las historias que lo atrapan, y su fascinación por el veterano actor Christopher Plummer, protagonista de la cinta. Siempre ha trabajado con narrativas muy complicadas y tortuosas, centradas en complejas relaciones humanas, familiares y amorosas, las cuales se desarrollan en un mundo altamente tecnológico, en el que la intervención de los medios sustituye al contacto directo. El reto en esta película ha sido trabajar con una historia no líneal sobre un hombre y un pasado. 

        Cristopher Plummer (Zev Gutman) y Martin Landau (Max Rosenbaum)

Según Egoyan, "el personaje que van a ver en este filme, interpretado por Christopher Plummer, es muy diferente a cualquier otro que hayan visto en algún libro o película porque es una actuación muy radical. Estoy orgulloso de haber sido capaz de registrarla". Fiel a su trayectoria y propuestas personales, hace cine realizado con rigor y al margen de modas y presiones comerciales. No pretende dar clases de moral, sino retratar unos personajes -que aparentemente muestran las caras de un caleidoscopio contenido en cualquier atentado contra cualquier ser humano, en el odio, en las guerras, en los homicidios-, desde las fobias irracionales, el odio, negarse a olvidar el pasado, las actitudes conformistas y permisivas, la venganza, la intimidación o extorsión a los seres humanos. El director también ha afirmado que sobre este género "hemos visto muchas películas que hablan acerca del holocausto judío y generalmente lo que percibo es que existe un tabú acerca de ello. En el cine parecería que si quieres tocar con éxito este tema hay ciertas cosas de las que no debes hablar, por lo regular se retrata a los supervivientes siempre como héroes y no siempre es así". Un trasunto de su filme Ararat, 2002, sobre el genocidio armeno.


                              Martin Landau es Max


En este thriller intelectual y atípico, uno de sus grandes aciertos es un reparto espectacular: Egoyan ha contado con Cristopher Plummer (interpretando su personaje con una simplicidad, vulnerabilidad y carisma interno dignos de Óscar), Bruno Ganz, Martin Landau, Heinz Lieven, Dean Norris, Jürgen Prochnow, Henry Czerny. La película se deja envolver por la increíble música de Michael Danna y por los audios persistentes de sirenas, perros aullando..., revelando el poder oscuro de la violencia y de la intimidación permanente, y el sonido más persistente y real: el de la silenciosa y mordaz conciencia, el del trauma y el sufrimiento interior.


Lazos familiares, 1987, primer largometraje de Atom Egoyan, le abrió las puertas a los principales festivales de Cine, entre ellos Cannes, Berlin, Venecia y Toronto, donde ha sido reconocido e incluso nominado a los Óscars por El dulce porvenir, de 1997. 


REMEMBER****

Director: Atom Egoyan. Guión: Benjamin August. Intérpretes: Cristopher Plummer, Bruno Ganz, Martin Landau, Heinz Lieven, Dean Norris y Jürgen Prochnow. Música: Michael Danna. Producción: Serendipity Point Films. País: Canadá. Año: 2015. Duración: 95 min. Público: Adultos.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

DHEEPAN****

Audiard ha ganado la Palma de Oro en Cannes 2015 con un drama social que no nos ahorra violencia, ni el retrato del desprecio y la desconfianza que sienten los que están obligados a salir de su país por diversos motivos, uno de ellos también la violencia en diferentes formas. Una sobrecogedora mirada sobre la posición del otro, del diferente, a nuestro lado.



La guerra civil está a punto de terminar en Sri Lanka y la derrota está cerca. Dheepan decide huir. Parte con una mujer y una niña a las que no conoce, inventando una familia, con la esperanza de obtener más fácilmente asilo político en Europa. Al llegar a París, con pasaporte falso,  la “familia” va de hogar de acogida en hogar de acogida, hasta que Dheepan consigue trabajo, tras ser un vendedor callejero,  como conserje en un edificio de los suburbios. Dheepan tiene la esperanza de construir una nueva vida y un verdadero hogar para su esposa y su hija falsas. ¿A cuántas vidas tenemos derecho? ¿Es posible acaso empezar de nuevo?, son los interrogantes que plantea Audiard.

El soldado Dheepan tendrá que utilizar sus instintos guerreros para poder proteger a la que hubiese querido que fuera su familia “real”. La violencia cotidiana de la ciudad despierta las heridas aún abiertas de la guerra. Yendo de un lado a otro observando y sin comunicarse verbalmente, en su desconocimiento casi total de la lengua francesa, los dos adultos se adaptarán progresivamente, aprendiendo también a conocerse mejor hasta empezar a amarse, mientras que la pequeña Illayal avanza a mayor velocidad gracias a la escuela. Pero Dheepan verá cómo finalmente las actividades del tráfico de drogas que lo rodean lo obligarán a salir de su reserva y sus sueños de la jungla tomar una dimensión urbana brutal.

Jesuthasan Antonythasan en Dheepan

La película tiene una imagen poderosa. Presenta las experiencias de los inmigrantes y la integración, pero de la misma manera la película no deja de ser polémica sin ser didáctica, a lo que se une su mensaje sobre el espíritu humano y conmueve cómo las conexiones de amor pueden florecer en las formas más sorprendentes.  Narra la historia de un hombre entre dos guerras. Todo sea por huir del horror. Atrás, un pasado de guerra brutal, como todas; adelante, la posibilidad de un futuro nuevo. Y comenta el director francés: "Es un tema clásico del cine y por eso precisamente me interesa. No es tanto el asunto de la redención típico del western sino la extrañeza de verse reparando ascensores, algo tan anodino, en un país nuevo después de haber pasado por un auténtico infierno. ¿Dónde deja uno la violencia aprendida? ¿Se puede ser otro?".

La idea de Audiard en Dheepan es comparar y enfrentar universos en el más amplio sentido: y lo hace a su manera.  La cámara se pega a los protagonistas siempre pendientes de su drama, de su tragedia por dentro. Pero sin descuidar en ningún caso la escritura. Así, lo que empieza como quizá un drama social acaba transformado en un violento thriller. "En un momento, el protagonista traza una raya en el suelo. Es a partir de ahí donde empieza el género", dice. La película es dura y verosímil porque los actores no son profesionales, pero transmiten una intensidad acompañada de un ritmo pausado, que impregna todo de lucidez sin dejar de llenarnos de perplejidad al ver lo que vemos.

                         Vincent Rottiers en Deepan

Cuenta el director que la película nació de la necesidad de separarse y hasta contradecir su película anterior. En De óxido y hueso,  "todo estaba demasiado escrito, todo era predecible para mí desde el primer momento. Los intérpretes, demasiado grandes". Ahora es justo lo contrario. "La historia y progresión de cada uno de los personajes corre en paralelo con el espectador. Quería que el trabajo en plató tuviera más importancia. Como había pocos elementos dramáticos, había que crear una dinámica distinta con la estructura; una película que cambiara con los personajes. Y que el espectador avanzara a la misma velocidad de ellos. Los dos descubren a la vez cada paso que dan", describe. Audiard nunca deja descansar al espectador  en lo previsible. El objetivo se mueve nervioso entre los cuerpos buscando su vibración interna. Y consigue colocar al patio de butacas en el centro de la narración.
El director no piensa que sea oportunista, "buscaba un país que no estuviera en la órbita francesa para que el choque cultural fuera completo. Y así di con este país. Las únicas imágenes que encontré fueron inglesas. Me llamó la atención que no supiera nada de una guerra tan horrible. El dolor de los demás es completamente invisible", afirma. Una herida sangrante y abierta que interpela.


DHEEPAN****
Director: Jacques Audiard. Guión: Noé Debré, Thomas Bidegain, Jacques Audiard. Intérpretes: Vincent Rottiers, Marc Zinga, Jesuthasan Antonythasan, Franck Falise, Claudine Vinasithamby. Productora: Why Not Productions / Page 114. Fotografía: Eponine Monenceau. Montaje: Juliette Wetflin. Música: Michael Jaar. País: Francia. Año: 2015. Duración: 114 min. Género: Drama social. Público: Adultos.

viernes, 9 de octubre de 2015

HEIMAT, LA OTRA TIERRA****

Título original: Die Andere Heimat– Chronik einer Sehnsucht. Director: Edgar Reitz. Guión : Edgar Reitz y Gert  Heindereich. Intérpretes: Jakob... Jan  Dieter  Schneider. Jettchen ... Antonia Bill. Gustav ... Maximilian Scheidt. Margarethe ... Marita Breuer. Johann ... Rudiger  Kriese. Florinchen ... Philine Lembeck. Lena ... Melanie Fouche. Fotografía ... Gernot Roll. Vestuario ... Esther  Amuser. Maquillaje ... Nicole  Stoewesand . Sonido ... Marc Parisotto-Philippe Welsh. Montaje ... Uwe Klimmeck. Música ... Michael  Riessler. Duración: 230 min. País: Alemania. Año: 2013. Género: Drama. Publico: Adultos.

Schabbach, Alemania. Una aldea pequeña, que vive de la agricultura y de los oficios, y que rinde tributo y diezmos a sus propietarios. Clima inclemente, pobreza, frío e incultura. A mediados del siglo XIX, miles de europeos emigraron a la lejana Sudamérica. Se trató de una apuesta desesperada por escapar de la hambruna, la pobreza y el despotismo que reinaba en sus hogares. Su lema fue “cualquier destino es mejor que la muerte”. La nueva cinta de Edgar Reitz, Heimat. La otra tierra, es un drama nacional y una historia de vida y amor que se desarrolla con esta tragedia olvidada como telón de fondo. Gira en torno a dos hermanos que se dan cuenta de que solo sus sueños pueden salvarles.


Extraña y magnífica película filmada en scope y con hallazgos preciosos de color. Verdaderos encuadres pictóricos y fotografía preciosista y sublime. Una saga como las de los grandes directores, como la saga de Tolstoi llevada al cine por King Vidor Guerra y paz, o como la de David Lean Doctor Zhivago, donde el ritmo de los acontecimientos es otro, tanto que subyuga porque apenas reconocemos nuestra propia vida en la suya. Rasgos de cine de Dreyer...

Basada en la serie Heimat que Edgar Reitz dirigió (1984, 1993 y 2004), está considerada como la mejor serie jamás realizada en Alemania. Está ambientada a mediados del siglo XIX y sigue a la familia Simons, que busca escapar de la pobreza y el hambre empezando una nueva vida en Brasil. El film, una de las candidatas a las nominaciones de los European Films Awards, obtuvo el premio a la Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guión en los German Film Awards y ha sido elegida como Mejor Película por la Asociación de Críticos Alemanes.

Reitz, que dedica esta película a su hermano Guido, afirma que “hacer esta película llevó casi cuatro años. El periodo que nos separa de los acontecimientos históricos comprende tan solo 160 años pero, tanto para mí como para el equipo técnico y los actores de la película, supuso un viaje a una Alemania muy diferente y prácticamente olvidada, a un país desfigurado por una enorme pobreza. Ahora que hemos terminado la película, valoro la inmensa bendición de vivir en una época en que la libertad y el gozo son cosas que todo el mundo puede reclamar de manera legítima como derecho propio. Cuesta imaginarse que hace menos de siglo y medio, la gente de nuestro país fuera obligada a subsistir a duras penas en condiciones incomparables a las de cualquier lugar del mundo de nuestros días”.




Tiene escenas de un lirismo y de una poesía maravillosas, además de conseguir que vivas dentro de un personaje cuyos sueños, capacidad e inteligencia alimentaron su vida diaria. Magnífica película.

Tal y como corrobora Reitz “desde Schabbach, contemplamos la vida moderna a través de los ojos de un forastero y fue espantoso ver lo apocalípticos que parecieron de repente el consumismo, el egocentrismo y las pretensiones desmesuradas de nuestra sociedad fragmentada. De hecho, quizás uno de los efectos de HEIMAT LA OTRA TIERRA, sea que la audiencia se detenga por un momento y experimente ese ritmo tan distinto que hizo posible que nuestros ancestros sobrevivieran. En el fondo, puede que sea el verdadero ritmo de nuestros corazones”.



lunes, 5 de octubre de 2015

ILUSIONES S.A.***
Director: Roberto Girault. Guión: Roberto Girault, inspirado en la obra de teatro “Los árboles mueren de pie”, de Alejandro Casona. Reparto: Jaime Camil, Adriana Louvier, Silvia Mariscal, Roberto D'Amico, Marina de Tavira. Producción: Olivia Núñez. Fotografía: Serguei Saldívar Tanaka. Duración: 82 min. País: México. Público: Todos.

Filmada en Campeche, se trata de la recreación de la obra teatral de Alejandro Casona “Los árboles mueren de pie”, una historia ambientada en los años 50. Una empresa creadora de fantasías, decide apoyar al Sr. Balboa (Roberto D’Amico), un noble abuelo que ha mantenido la ilusión de su esposa (Silvia Mariscal) a través de cartas ficticias, de que su nieto, que hace ya más de veinte años se fue de casa, es un hombre de bien aun cuando en realidad se ha convertido en un malhechor.


El nieto real decide volver a su hogar (en busca de dinero) pero el barco en el que venía naufraga. Balboa contrata a un imitador y hacedor de ilusiones benéficas (Mauricio), que junto con una muchacha (Isabel), finjirán ser el nieto perdido y «su feliz esposa» ante la abuela; los alecciona y logra que nadie sospeche el engaño.
Pero... "el otro" llega por sorpresa, el malvado y verdadero nieto, que no ha muerto como se creía. Por fin, la abuela se entera del engaño, pero decide no comentarlo al imitador ni a la muchacha, como agradecimiento por los días felices que le han hecho vivir y, en definitiva, con el mismo objetivo que la pareja y la institución de Mauricio habían ido a realizar allí: hacer realidad ilusiones.


Drama y farsa, el juego de la verdad y de la ficción.
Los ilusionistas Mauricio e Isabel (Jaime Camil y Adriana Louvier), se harán pasar por el nieto y su esposa y convivirán una semana con "sus abuelos". Todo se complica cuando el verdadero nieto llega para exigir a sus abuelos que le den dinero para continuar con sus fechorías. Este encuentro puede revelar todo el engaño que el abuelo ha construido para mantener la ilusión de la abuela.

Autor de un teatro de ingenio y humor, Alejandro Casona mezcló en esta obra sabiamente fantasía y realidad. Maneja personajes surrealistas, humor, cómo a través de estas fantasías y cuentos (cuentos escapistas), aborda temas muy profundos y  reales. Roberto Girault, el director, ha comentado: “me llamó mucho la atención y me pareció un muy buen reto para mí como director y como guionista poder llevar esta obra de teatro a la pantalla grande y así fue como lo hicimos", un cineasta con planes de adaptar su ópera prima para el mercado en Estados Unidos.

                 Jaime Camil y Adriana Louvier en Ilusiones S.A.

La obra de Alejandro Casona está considerada de carácter neosimbolista que busca la evasión, aunque observando siempre un tono experimental. Una de sus piezas más brillantes por el juego de dos mundos es “Los árboles mueren de pie”, donde hay un rechazo del realismo por su exceso de crueldad, y una aceptación de la fantasía como sustituto, donde al final, los personajes comprenden que aceptar esa realidad, aunque dolorosa, es la forma más digna de vivir la existencia.

Esta obra fue la escogida por Roberto Girault para llevar a la pantalla grande con el título de “Ilusiones S.A.”. El director (El estudiante, 2009; Ella y el candidato, 2011) aceptó el reto de cambiar el lenguaje teatral al cinematográfico. "En el teatro hay mucho diálogo y aquí trabajamos más con las emociones gracias a la facilidad que te da la cámara, la música, la edición y el arte a fin de poder transmitir una experiencia". Girault ha creado un contexto lleno de ironía y de fantasía para ridiculizar lo intrascendente y dar valor supremo y casi único a lo trascendental.

           Los ilusionistas Mauricio e Isabel de picnic con la abuela

“Ilusiones S.A.” cuenta una clásica historia de amor, a través de dos generaciones distantes: la de los abuelos y la de los nietos. Por años, un hombre construye una ficción:  la imagen de un nieto que en realidad no es, todo para que su esposa no se decepcione de la vida que éste escogió y ante ello, no le queda más remedio que recurrir a una empresa de fantasías, donde arman todo un espejismo con dos personajes, a fin de que la mujer no se decepcione de su nieto. Pero en determinado momento, lo que construyó se verá amenazado con la llegada del verdadero nieto y todo el mundo inventado se pondrá de cabeza.

Explica Girault: "Lo más complicado, me parece, es que en la novela de Alejandro Casona, la psique de los personajes y su vida, se explica en el dialogo. Ellos cuentas sus historias, para mí eso no funcionaba en el cine, entonces tenía que contar esa p sique pero no a través de diálogos, sino a través de situaciones, de momentos y experiencias que vivieron los personajes. Literalmente lo que hicimos fue que ese dialogo que ellos contaban, nos lo llevamos a contar en la pantalla grande para trasmitir esas experiencias visualmente, y no a través de la explicación, creo que ese fue el reto mayor. Después, tratar de meter un poco de picardía mexicana en el proyecto, este humor tan irónico y a veces sarcástico que tiene Casona dentro de la fantasía, usarlo y explotarlo un poco más, y adornar un poco más esos diálogos tan profundos que tiene con lo visual y hacer crecer los arcos de los personajes”.


"Es una película llena de fantasía. El cine mexicano está pasando por una muy buena etapa, en donde los géneros nobles están produciendo comedias románticas y éstas, a sus vez, están generando una industria fílmica", opina Jaime Camil. "'Ilusiones S.A.' es una película esperanzadora, de fantasía y espero que se contagie el público"."La trama tiene romance y tintes de comedia y retrata una época muy linda, donde no hay malicia, con personajes puros e ingenuos", apuntó por su parte Adriana Louvier.

martes, 29 de septiembre de 2015

YO, ÉL Y RAQUEL****

Título original: Me and Earl and The Dying Girl. Director: Alfonso Gómez-Rejón. Guión:  Jesse Andrews. Reparto: Thomas Mann, Olivia Cooke, RJ Cyler, Nick Offerman, Molly Shannon, Jon Bernthal, Connie Britton. Productora: Fox Searchlight Pictures / Indian Paintbrush. Música: Brian Eno, Nico Muhly. Fotografía: Chung-hoon Chung. Montaje: David Trachtenberg. País: EE.UU. Duración: 105 min. Género: Drama. Público: Todos.

Greg Gaines (Thomas Mann) es un estudiante algo torpe que lo único que quiere es pasar desapercibido a toda costa en su último año de instituto. Evita las interacciones sociales como la peste, como forma de atravesar con seguridad ese terreno minado que es la vida social de un adolescente y sólo pasa su tiempo rehaciendo versiones extravagantes de películas clásicas con su único amigo, Earl (RJ Cyler). Tiene su peculiar modo de ver el mundo y es muy refrescante y auténtico.



Su madre, con toda la buena intención del mundo, interviene y obliga a Greg a que se haga amigo de Rachel, una compañera de clase a la que le han diagnosticado leucemia. Acaban por hacerse inseparables, pero cuando la enfermedad de Rachel se complica, el mundo que había construido Greg se tambalea y nada vuelve a ser como antes. Una historia agridulce, 
divertida y conmovedora, con la brillantez y creatividad de la adolescencia.


La idea que se le ocurre es tan disparatadamente anti-individualista como al alcance de la mano: lograr que se lo pase bien, trabajar la verdadera amistad; aunque solo sea haciendo lo que ha hecho toda su vida: cuasi-películas. En nuestro mundo aprender el camino de lo desinteresado es necesario y  acuciante. Sorprende y divierte esta gran historia, positiva y estimulante.

En la edición 31 del Festival de Cine de Sundance la película se alzó con el Premio del Jurado y el Premio de la Audiencia; también se acaba de presentar en el 63 Festival de Cine de San Sebastián, en la Sección Perlas.



Alfonso Gómez Rejón comenzó como ayudante personal de Martin Scorsese, Nora Ephron, Robert de Niro y Alejandro González Iñarritu y fue director de segunda unidad en, entre otras,Babel (2006) y Argo (2012). Su trabajo como director y coproductor ejecutivo de la tercera temporada de la serie American Horror Story (2013) fue reconocido con dos candidaturas a los Emmy. Su primer largometraje, The Town that Dreaded Sundown, figuró en varias listas de las diez mejores películas de terror de 2014.  (Los diarios de Carrie, Amerian Horror Story, Glee) y protagonizada por Thomas Mann (Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas, Project X); Olivia Cooke (Ouija); RJ Cyler; Nick Offerman (Fargo, Infiltrados en la universidad); Connie Britton (Ahí os quedáis); Molly Shannon (Life After Beth) y Jon Bernthal (Corazones de acero).

domingo, 27 de septiembre de 2015

SPARROWS, DE RÚNARSSON GANA LA CONCHA DE ORO EN EL 63 FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN

Pobres gorriones, en manos de adultos devastados. O, como abría con frase lapidaria Igmar Bergman en la película Infiel “nada marca más a un ser humano que un divorcio”. La falta de comunicación, la violencia, las relaciones entre progenitores y su prole y la adolescencia ha sido una constante en el Festival de San Sebastián #63SSIFF.



Sparrows, es un auténtico drama evitable, lo mires por donde lo mires. En la dureza de una vida sin noche, en medio de un paisaje de belleza extrema, al noroeste de Islandia, transcurre esta película. Su protagonista es un adolescente que se ve obligado a volver a vivir con su padre, un hombre alcohólico, en la remota región de los fiordos occidentales, en Islandia, tras marcharse su madre –con la que vivía tras el divorcio de sus padres- con otra pareja a Somalia. Con una banda sonora de Sigur Rós, que termina por conseguir una atmósfera opresora y depresiva en espacios abiertos. “En esa zona de Islandia, a unos doscientos kilómetros de Groenlandia, la falta de luz en invierno hace que la gente beba más de la cuenta, y en verano, por la falta de oscuridad, también”, explicó el realizador el día de la presentación de su drama. Pero es que Rúnarsson retrata cargando las tintas a una panda de adultos? Que parecen emergidos del Paleolítico inferior, haciendo de su vida un despropósito, y –lo peor- teniendo menores a su cargo como único referente inmediato.

                              Atli Óskar Fjalarsson

Pero lo peor, es que en Islandia  “uno de cada cuatro hombres y una de cada seis mujeres van a Alcohólicos Anónimos", apunta Rúnarsson, que asegura que todo lo que cuenta es “la pura realidad, de hecho está basada en experiencias propias”. Ketamina y violaciones en una isla aparentemente idílica. Escenas explícitas de sexo violento. Qué desolación, pobres gorriones en manos de esos adultos, sin referentes para su vida. Y aún así, deben salir adelante. Deben rebelarse contra esa devastación nihilista.



Se trata de la segunda película de Rúnar Rúnarsson, que llegó a los Oscar con un corto en 2004. Éste drama paterno filial, tierno en su protagonista, cruel en su realidad de alcohol y drogas para escapar del aburrimiento vital del solsticio de verano y de la soledad de los fiordos, y a vidas sin trascendencia alguna, sin horizontes de superación y apertura a los demás, ha emocionado al jurado presidido por la actriz danesa Paprika Steen, de entre una quincena de películas con un nivel medio bastante regular.


Rúnarsson ha ido de festival en festival en su carrera. Con su primer trabajo, ‘Volcano’, participó en la Quincena de Realizadores de Cannes en 2011 Y ganó la Camera d'Or. Con el segundo, Concha de Oro..¿Y cómo acabó la 63ª edición? Pues más o menos como Sparrows. Al menos, como la definía su director: “No queríamos un final feliz porque la vida no es así, siempre hay sombras a la vuelta de la esquina". Demasiada oscuridad, demasiada mediocridad.

SPARROWS**
Director: Rúnar Rúnarsson. Guión: Rúnar Rúnarsson. Intérpretes: Atli Óskar Fjalarsson, Ingvar E. Sigurðsson, Kristbjörg Kjeld, Rade Šerbedžija. Producción: Nimbus Film. Fotografía: Sophia Olsson. Montaje: Jacob Schulsinger. Música: Sigur Ros, Kjartan Sveinsson. Duración: 99 min. País: Dinamarca-Croacia-Islandia. Público: Adultos

jueves, 24 de septiembre de 2015

AMAMA*****


Título original: Amama. Director: Asier Altuna Iza. Guión: Asier Altuna Iza con la colaboración de Telmo Esnal y Michel Gaztambide. Intérpretes: Kandido Uranga, Iraia Elias, Amparo Badiola, Klara Badiola, Ander Lipus, Manu Uranga, Nagore Aranburu. Producción: Txintxua Films. Fotografía: Javier Agirre Erauso. Música: Javi P3Z y Mursego. Montaje: Laurent Dufreche. País: España: Duración: 103 min.


"Hace 80 amamas vivíamos en cuevas”, una frase del escritor y escultor Jorge de Oteiza en su libro-defensa de la cultura vasca Quousque tandem…!. Una cita que el cineasta Asier Altuna recoge en una frase clave de Amama (abuela en euskera), segunda película rodada en euskera (la primera fue el año pasado, Loreak, esa delicada historia mínima)  que compite por la Concha de Oro en el 63 Festival de San Sebastián y que cuenta con la participación de TVE.

El caserío representa un mundo antiguo, una forma de vida, sabiduría y valores, que se desvanece ante nuestros ojos. El caserío es familia, un clan que tiene sus raíces en lo más hondo del conocimiento heredado por siglos. Esta familia –en el caso que retrata Asier Altuna- es el lugar donde chocan dos mundos, donde se rompe el cordón entre padres e hijos. Porque no sólo es diferente la forma de ganarte la vida, sino la manera de cómo te colocas en el mundo. Tomás -interpretado por Kandido Uranga- está colocado como el centro del mundo, el caserío le ofrece espiritualidad y poder. Para él no hay nada más ahí fuera. Pero la hija, Amaia Iraia Elías), ve que es un sinsentido seguir así. No quiere romper con todo pero sí representa la ruptura. Un choque entre tradición y modernidad que el cineasta ha considerado en el Festival de Cine de San Sebastián «una lucha real» que se da actualmente.


Los hijos de Tomás e Isabel experimentan el conflicto entre el mundo antiguo y el nuevo. Cómo vivir en la ciudad sin dar la espalda al caserío, cómo liberarse del caserío sin romper la cadena de conocimiento, cómo elegir su camino sin traicionar a sus antepasados. Amaia, hace frente a esos dos mundos que habitan en ella a través del arte. Para encontrar su camino debe salir del caserío, enfrentarse a su padre, provocar heridas y romper el vínculo. Sólo podrá avanzar si encuentra el modo de convivir con la herencia de sus predecesores. Entre tanto, la abuela observa a todos. Como si su mirada diera sentido a esa mutación, un mundo que se acaba y otro que parece surgir. 

Esta elegía con tintes de realismo mágico y de autobiografía, es la propuesta del director,  “nací y viví en un caserío hasta que a los 18 años me vine a Donostia. En el País Vasco es muy fácil estar entre la ciudad y el bosque: todo está muy cerca”, dice Altuna. “Siempre he tenido la inquietud de querer contar esa historia, hacer un homenaje a un mundo que se acaba". Amama es la crónica de la desintegración de un caserío familiar cuando los tres hijos  (simbolizados en el bosque  pintados de rojo, blanco, negro, como las obras de Ibarrola) lo abandonan para vivir en la ciudad y, especialmente el padre, se resiste a aceptar que los tiempos han cambiado. En la fricción entre lo urbano y rural, lo masculino y femenino, discurre Amama, narrada desde la una poesía contenida.


Una regla del caserío que hasta anteayer se aplicaba era que jamás se dividía entre los hijos: uno de ellos debía heredarlo. “Era un ley sagrada que ya está en decadencia, pero ha funcionado”. Altuna espera, sin embargo, que algo de esa sabiduría ancestral se filtre desde “la Euskadi de caseríos a la de los rascacielos”. Una filosofía de apego a la tierra que rescata el personaje del hermano mediano: “Si quieres ser feliz un día, emborráchate; si quiere ser feliz una semana, haz un viaje, si quieres ser feliz un año, cásate. Pero si quieres ser feliz toda la vida, cultiva un huerto”.

Y sobre el lenguaje estético, tan plástico de la película afirma Altuna: “destacaría la atmósfera. Hay una cosa que recuerdo mucho de mi infancia que es a mi abuela en la cocina, callada. Y siempre o bien yo, o mi primo, que es pintor plástico, retratándola”.  La historia ha sido filmada durante siete semanas no correlativas para captar el paso de las estaciones en los bosques de Aldatz (Navarra) y Artikutza. Amama narra una historia que se nutre de las experiencias del cineasta, que ha pintado una 'amama' como la que recuerda de niño: «Sentada en la cocina, siempre callada, pero siempre ahí». Una figura familiar poderosa que da nombre a la película y que «inmediatamente despierta la idea de transmisión. La madre de la madre».

En la gran pantalla la amama es Amparo Badiola, una actriz debutante a sus más de ochenta años que el director encontró por casualidad. «Llevaba tres meses buscando a una mujer elegante, bella y fuerte. Y un día vi a Amparo sentada en una cafetería. Me atreví a comentarle si estaría dispuesta a participar en una película porque ella era lo que necesitaba. Creyó que era un loco. Pero la convencí y le hice una prueba de cámara al día siguiente. Entonces descubrí esa mirada... parecía que hubiera hecho cine toda la vida. Ha sido un placer y una suerte trabajar con ella».

                     Amparo Badiola es Amama

Narrativa a través de imágenes y silencios. La pérdida, la ruptura, las raíces, el final de algo. Es precisamente lo que aborda el filme, y lo hace de forma clara y valiente. Sin concesiones. «Me había fijado en un montón de películas de temática rural y la amenaza de esa forma de vida siempre viene de fuera. Yo creo que es la propia vida la que nos lleva a un futuro distinto. El caserío como ha sido durante siglos, durante generaciones, ha cambiado.


Kandido Uranga, en el papel de padre rudo y seco afirma que al final Amama “es un canto al amor. Más allá del odio, de las miradas, de los reproches... todos los conflictos están basados en el amor, que es el que acaba triunfando». «Cómo de estar en esa posición tan dura y violenta da el paso a usar las manos con mucha sensibilidad y consigue transmitir lo que de otra manera es incapaz. Esto viene de un poema de Kermen Uribe en el que en cuatro palabras describía eso, como un señor tan recio, tan poderoso, es capaz de aflorar sensibilidad”.

Asier Altuna, tras el éxito de su primer cortometraje, Txotx (1997), codirigido por Telmo Esnal, ha realizado varios cortometrajes más, así como series de televisión y publicidad. En 2005, dirige junto a Esnal su primer largometraje,Aupa Etxebeste!, con el que gana el Premio de la Juventud en el Festival de San Sebastián y una nominación al Goya a la Mejor Dirección Novel. En 2008 funda con Marian Fernández la productora Txintxua Films, con la que ha producido varios cortometrajes y el largometraje documental Bertsolari (2011).