Título original: Irrational Man. Director: Woody Allen. Guión: Woody Allen. Intérpretes: Joaquin Phoenix, Emma Stone, Parker Posey, Joe Stapleton, Jamie Backley. Productora: Gravier Productions. Fotografía: Darius Khondji. Año: 2015. País: EE.UU. Duración: 96 min. Género: Tragicomedia. Público: Adultos.
Un cuarentón profesor de Filosofía en plena crisis existencial y racional llega a una Universidad de la costa Este (Rhode Island) para recomenzar su vida docente. Su sensación es que todo lo que ha intentado hacer en la vida -activismo, docencia, amor- le ha salido mal. Si esta película no fuera de Woody Allen seguramente no tendría la marca de sus recurrentes temas, y de su universo cínico y amoral, que sacude por dentro y te hace replantearte por qué y para qué actúas.
Me sorprende siempre la capacidad de Woody Allen de describir la propensión al autoengaño del ser humano; pero es que esta vez propone dilemas envueltos en la verborrea racionalista de un conocedor de la historia del pensamiento y de alguno de sus principales autores, un profesor universitario de Filosofía (que en sus clases expone ideas de Kant, la capacidad moral y la mentira; de Nietzche y la voluntad de poder; de Heidegger y el vitalismo existencial del autor de Ser y Tiempo, de Kirkegaard, de la poeta Emily Dickinson; del nihilismo relativista...). Resulta perfecta a elección de Joaquin Phoenix para este papel, en el que se acentúa su propensión a beber whisky y a la promiscuidad, su desprecio por la vida y su desinterés por algo que no sea él mismo.
Una problemática de "rich white man", de un hombre blanco privilegiado pero insatisfecho y que se queja de la vida; junto a la pirueta mental al servicio de lo inverosímil y la ausencia de pregunta por la ética.
Una problemática de "rich white man", de un hombre blanco privilegiado pero insatisfecho y que se queja de la vida; junto a la pirueta mental al servicio de lo inverosímil y la ausencia de pregunta por la ética.
Joaquin Phoenix es el profesor Abe Lucas
Enseguida comienza una relación con una profesora casada y frustrada en su matrimonio, y a la vez con su alumna más brillante (Emma Stone), sin ilusión por nada hasta que un acontecimiento, una acción decisiva le devuelve la adrenalina que perdió y su interés por la vida (la suya, claro).
Joaquin Phoenix (Abe Lucas) y Emma Stone (Jill Pollard)
Pero el "acontecimiento" es un asesinato, no cualquier acción banal e inocua. Y aquí se despliega todo un abanico de reacciones en torno al personaje y a su desapegado desdoblamiento con respecto a la responsabilidad de sus actos, a su doble moral y a su narcisismo patológico. Por un lado una justificación donde la razón se pone al servicio de una razonamiento perfecto y una acción perversa.
Un argumento que tiene su hilo conductor con otras películas del realizador neoyorkino como Delitos y faltas (1989), Maridos y mujeres (1992), Misterioso asesinato en Manhattan (1993), El sueño de Cassandra (2007)y Match Point (2006). Todo ello acompañado de los diálogos sorprendentes e ingeniosos y de una música que subraya el contraste entre lo intrascendente y lo verdaderamente trascendente.
Un argumento que tiene su hilo conductor con otras películas del realizador neoyorkino como Delitos y faltas (1989), Maridos y mujeres (1992), Misterioso asesinato en Manhattan (1993), El sueño de Cassandra (2007)y Match Point (2006). Todo ello acompañado de los diálogos sorprendentes e ingeniosos y de una música que subraya el contraste entre lo intrascendente y lo verdaderamente trascendente.
Joaquin Phoenix (Abe) y Parker Posey (Rita Richards)
¿Hasta dónde estaría dispuesto a llegar? ¿Tiene que alertarte alguien desde fuera para salir de una maraña ficticia e irracional que autojustifica tus malos actos? ¿Por qué llega un momento en que ni tu propia conciencia funciona? Decisión, culpa, relato o auto-relato, acción y libertad, responsabilidad y verdad.
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