GETT, EL DIVORCIO DE VIVIANE AMSALEM****

Viviane Amsalem (Ronit Elkabetz), separada desde hace años de Elisha (Simon Abkarian), su marido, quiere conseguir el divorcio legal tras una desgastada convivencia, para no convertirse en una marginada social. En Israel no existe aún el matrimonio civil; según las leyes religiosas, sólo el marido puede conceder el divorcio. Sin embargo, Elisha, se niega a hacerlo. Viviane tendrá que luchar ante el Tribunal Rabínico para lograr lo que ella considera un derecho. Así se verá inmersa en un proceso de varios años en el que la tragedia competirá con lo absurdo y absolutamente todo se pondrá en tela de juicio.

Esta lección de cine es la tercera parte de un tríptico de los hermanos Elkabetz, que fue iniciado con Tomar mujer (2005) y posteriormente con  Los siete días (2008). Con este nuevo film, los directores  se apoyan en los mecanismos narrativos del drama judicial, en el que entremezclan la tragedia, la comedia y el absurdo para profundizar aún más en el tema principal de la trilogía: la emancipación de la mujer en Israel y las trabas que encuentra en una sociedad regida por normas de marcado carácter inmovilista, donde es el varón el centro de la ley. Resulta interesante –y desconocido en nuestra sociedad occidental, abocada a proyectos efímeros y al divorcio express- y al margen de la caricatura social, el alto concepto de “y serán una sola carne” bíblico que es el que fundamenta la compacta e indisoluble realidad del matrimonio en Israel, y que en última instancia justifica de algún modo la postura de Elisha.

La propia directora, Ronit Elkabetz (La chica del tren) repite por tercera vez en el papel de Viviane Amsalem, una mujer con una gran fuerza interior. Como su rígido marido, encontramos al veterano intérprete Simon Abkarian (Casino Royale) al que secundan actores habituales de producciones israelíes, como Gabi Amrani (Avanim, Un cerdo en Gaza) y Schmil Ben Ari (Lost Islands).

Ronit Elkabetz como Viviane Amsalen

El espléndido guión va de la comedia al drama, moviéndose con fluidez genial entre Kafka y la comedia italiana, y las interpretaciones son magníficas, una por una. También el recuerdo a las grandes películas de Bergman es inevitable. Tras su estreno en la Quincena de los Realizadores de Cannes, Gett, el divorcio de Vivian Amsalem, es un drama en el que los hermanos Ronit y Shlomi Elkabetz, describen desde dentro la mentalidad semítica  y resulta muy interesante película para aprender de las relaciones humanas: los celos, la convivencia, la incomunicación, el respeto, los sentimientos, las contradicciones humanas; así como para conocer el proceso del divorcio de Viviane Amsalen, propuesto como una tortura rabínica.  Se trata de una coproducción franco-israelí-alemana sobre la condición femenina en Israel y la condición humana en general.

                   Elisha  es Simon Abkarian

Lo que el espectador observa en este retrato de un país, Israel, que es a la vez moderno y feudal, es que la vida de las mujeres depende de lo que quieran, o decidan, los hombres. Pero en una lectura interna de esta apasionante película resulta muy interesante la conversación final entre Viviane y Elisha y su complicidad, porque es una gran clave que no puede pasar desapercibida y que así lo quieren los directores.

Gett, el divorcio de Vivian Amsalem, es una historia que se desarrolla, en distintos momentos a través de los años, entre las cuatro paredes de un tribunal rabínico y en su sala de espera, donde se van siguiendo a lo largo de los años el recorrido para tramitar un divorcio. Se trata de la deconstrucción analítica de una pareja, drama y sátira en tres lenguas –hebreo, francés y árabe-, en la que los autores realizan un homenaje a su madre, inspiradora del tema junto a muchas otras mujeres conocidas por los hermanos Elkabetz, quien, aseguran, aunque nunca intentó divorciarse seguro que tuvo motivos de sobra para hacerlo. Y ahí también hay otro mensaje.

María Molina

GETT, EL DIVORCIO DE VIVIANE AMSALEM****

Título original: Gett, the Trial of Viviane Amsalem. Director: Ronit Elkabetz, Shlomi . Guión:  Ronit Elkabetz, Shlomi Elkabetz. Intérpretes:  Ronit Elkabetz , Simon Abkarian, Gabi Amrani, Dalia Beger. Fotografía: Jeanne Lapoirie. Producción: Coproducción Israel-Francia-Alemania; Arte France Cinéma. País: Israel. Duración: 115 min. Género: Drama. Público: Adultos.

NATIONAL GALLERY*****

La inteligencia y la cultura han de ser colectivas. Un Museo como la National Gallery, situado en la céntrica Trafalgar Square en Londres,  que recibió 6,4 millones de visitantes en el pasado año, se ha propuesto llegar a todos de una manera integral, profunda, armónica y más completa a través del género documental cinematográfico y del storytelling. Porque la película de Wiseman nos cuenta miles de relatos sobre la National Gallery, y miles que pueden llegar a ser muchos miles más, tantos como aquellos que la miren, la visiten, la conozcan y la adoren.

El veterano director de "La Danza" nos muestra la fachada y la trastienda del museo londinense y de sus visitantes. Frederik Wiseman se adentra en la National Gallery y propone un viaje al corazón de esta institución, poblada de obras maestras de la pintura occidental de la Edad Media al siglo XIX. Se trata de uno de los mayores museos del mundo con más de 2000 pinturas, acogiendo experiencias ante diferentes pinturas expuestas. En un perpetuo y vertiginoso juego de espejos, el cine mira a la pintura, y la pintura, al cine.

La película te envuelve y te devuelve a un mundo lleno de vida, de historia y cultura, de belleza, como una fascinante maquinaria de gozo para los ciudadanos, creando una nueva forma de ficción y de interpretación histórica a partir del documental. Maravillosa capacidad de observación y de relato, además de un gran montaje, que logra que la película se te haga corta.

Una institución centenaria y habitualmente accesible en toda su profundidad sólo para expertos, eruditos e iniciados, que se hace para todos, de la mano del lenguaje universal del cine. Los rostros que se acercan a las obras de arte, el silencio contemplativo, el murmullo de los comentarios sobre tal o cual personaje retratado…

Una manera de conocer el Museo para todos, con su propia y sugerente narrativa, sin secretos: cuál es el ritmo diario de una pinacoteca de esas características, desde el personal de limpieza al de restauración, equipo directivo, conservadores, investigadores, guias, visitas de grupos de niños, teenagers, turistas, ciegos o minusválidos,  de forma que encadena pequeñas historias que suceden en el Museo y que lo hacen más cercano y sobre todo consiguen que el espectador perciba que la cultura es colectiva, porque está conociendo los procesos desde dentro, lo que se cuece en el Museo como en una casa de todos.

El director Wiseman es uno de los mejores documentalistas vivos, es pionero del Direct Cinema; a finales de los 60 presentó Titicut Follies (1967), y posteriormente ha realizado más de 40 obras (entre documentales, trabajos televisivos, algún corto e incluso ficción) en toda su filmografía. El pasado mes de abril presentó At Berkeley, en su paso por el Atlántida Film Fest de Filmin y sólo unos meses después, presentaba nueva obra en la Quincena de realizadores del pasado Festival de Cannes con National Gallery. Coproducido entre Francia, Estados Unidos y Reino Unido, National Gallery ha pasado además de por el festival de la Costa Azul, por Sídney y Nueva Zelanda, entre otros.

María Molina

NATIONAL GALLERY*****

Título original: National Gallery. Director: Frederik Wiseman. Guión: Frederik Wiseman. Fotografía: John Davey. Productora: Idéale Audience, Gallery Film. País: USA, Francia, Reino Unido. Duración: 180 min. Género Documental. Público: Todos

LA LUZ CON EL TIEMPO DENTRO***

El largometraje La luz con el tiempo dentro dedicado a Juan Ramón Jiménez se estrena este mes en cines españoles. Se trata de un largometraje de ficción –el primero- sobre el poeta dirigido por Antonio Gonzalo, en el que el Nobel, en sus últimos años, rememora los episodios más destacados de su trayectoria vital y poética. Se rodó el pasado verano en distintos escenarios andaluces, entre ellos su localidad natal, Moguer, que se convirtió durante varias semanas en un improvisado plató de cine por el que pasaron alrededor de 40 actores y una treintena de técnicos.

Se trata de "la primera película de ficción" que se rueda sobre el inolvidable autor de Platero y yo, en la que se cuenta una historia sobre su vida, con sus luces y sombras, sin olvidar, la maravillosa historia de amor que mantuvo Juan Ramón con su esposa Zenobia Camprubí, o la historia de Marga, la escultora que se enamoró secretamente de JRJ. Las primeras imágenes de este trabajo cinematográfico pudieron verse el pasado mes de noviembre en primicia en Moguer, ante un público de investigadores y estudiosos juanramonianos que participaban en el Simposio Internacional Cien años de Platero y yo. En la película aparecen caras tan conocidas como las de Carlos Álvarez-Novoa y Ana Fernández, ganadores ambos de un Goya por su papel en Solas; la del actor y monologuista Alex O'Dogherty. Entre el elenco que forma parte de esta gran producción destaca también la presencia de Federico García Cambero, un prestigioso director de arte que ha trabajado con Pedro Almodóvar, la de Tamara Arias una actriz sevillana afincada en Los Ángeles y la de Ignacio Mateos, actor que dio vida en la gran pantalla al pintor Pablo Picasso en la película de Fernando Colomo La banda Picasso (ver http://nosalesenlafoto.blogspot.com.es/2013/01/la-banda-picasso-de-fernando-colomo.html?m=1).

Este gran proyecto cinematográfico que llega en marzo a la gran pantalla se basa en el guión de Teresa Calo, que ha sido fiel a la sensibilidad, a los miedos y a la poesía de Juan Ramón Jiménez, regalándonos un hermoso proyecto con el que ha intentado "hacer justicia para devolver a Juan Ramón todo lo que ha dado a la literatura de nuestro país". Calo, interpreta también a Isabel Aymar, madre de Zenobia Camprubí, y que solo conocía Moguer por fotos y por todo lo que había tenido que bucear en la vida del Nobel, aseguró durante su estancia en la localidad que para ella ha supuesto una gran emoción comprobar que el autor de 'Platero y yo' "no estaba enamorado de una idea, sino que estaba enamorado realmente de un lugar maravilloso".

El guión de la historia La luz con el tiempo dentro intenta ser un viaje por vida y alma de Juan Ramón. Él no sólo es el protagonista, sino el narrador. Por eso se ha extraído todo el material posible de su vida y obra, se ha intentado que el poeta hable con su propia voz; hasta el punto de que, algunas secuencias, son reproducciones adaptadas de relatos suyos.

Una vida como la de Juan Ramón Jiménez, fecunda, atormentada, gozada, sufrida, exprimida, despreciada, atesorada, inquieta, intensa, azarosa, la vida del poeta para el que “el sustantivo es la virtud, el adjetivo es el vicio”. De personalidad contradictoria: egoísta, narcisista, insociable, antipático según algunos autores; y espiritual, reservado, trabajador, generoso, cariñoso, comprometido para otros. Un genio que, además padeció la enfermedad de Crohn, desconocida en su tiempo, con una sintomatología que padeció atribuida a trastornos psíquicos. Todo ello condicionó su vida y fue causa desde su juventud de varios ingresos hospitalarios. Se le diagnosticó una neurosis depresiva con episodios de grave hipocondría, y esta enfermedad acrecentó un trastorno bipolar.

De creación doliente como fue la existencia de Juan Ramón, en este biopic se ha querido extraer la esencia del hombre y del poeta, intentar un humilde viaje por el paisaje árido y a la vez exuberante de su alma, de la luz o la oscuridad hacia el tiempo de su alma.

LA LUZ CON EL TIEMPO DENTRO***

Título original: La luz con el tiempo dentro. Director: Antonio Gonzalo. Guión: Teresa Calo Fontan. Intérpretes: Ana Fernández, Alex O´Dogherty, Carlos Álvarez- Novoa, Tamara Arias (Zenobia Camprubí), Marc Clotet (Juan Ramón Jimenez). Fotografía: Alberto Muñoz Oliva. Año de producción: 2014 Distribuidora: Magenta Films Género: Drama Clasificación: Todos los públicos.

EL PAIS DE LAS MARAVILLAS***

Le meraviglie es el segundo largometraje de la cineasta Alice Rohrwacher. Se trata de un drama familiar que tiene lugar al final del verano en la Toscana y cuyos protagonistas son una familia de tres hijas y sus padres. En Gelsomina, la mayor de las hijas, se centra la principal mirada de El país de las maravillas.

Fábula contemporánea sobre luces y sombras de la vida de campo, relato sobre una familia alejada de la ciudad y volcada en la apicultura y en sus tensiones internas. Un padre alemán, una madre italiana y el cuidado de las abejas, rodado en la Toscana natal de al directora, con su hermana Alba Rohrwacher de protagonista (La soledad de los números primos), que interpreta a una de las hermanas, junto a artistas internacionales como Monica Belucci (Manuale d'amore 3. Las edades del amor). Despliegue de sensibilidad en esta película, agreste, casi imperfecta, y felliniana al mismo tiempo, llena de energía, emoción y convicción.

La película de Alice Rohrwacher se estrenó mundialmente en la sección oficial del pasado Festival de Cannes y fue premiada con el Gran Premio del Jurado y en el Festival de Cine de Sevilla con el Premio a la Mejor Actriz para la joven Alexandra Lungu y el Premio Especial del Jurado. Abre los ojos de una adolescente al mundo desconcertante, con gran dosis de frescura. Describe otro universo aislado, con sus propias normas y costumbres, construido a través de los propios personajes que, logra que sea la historia la que siga el halo de los personajes y no al revés.

El país de las maravillas explota la naturalidad de estas niñas en su actuación, pero a pesar de defender la simpleza y sencillez que propugna el padre de las niñas, acaba siendo no una opción sino una imposición a la fuerza. Gelsomina ansía una vida normal, como la del resto de las amigas de su edad, lejos de la vieja granja y de los discursos antiglobalización de su padre. Está cansada de sentir el peso sobre sus hombros, que la coloca como cabeza de familia y le atribuye una enorme responsabilidad en el funcionamiento de la granja.

La película se denomina como el único sueño de Gelsomina, similar al de otras niñas también contagiadas por el espíritu triunfador que venden los medios de comunicación a través de certámenes de belleza, como en  Pequeña Miss Sunshine (Jonathan Dayton, Valerie Faris, 2006), o competiciones de canto y baile,  Miss Tacuarembó (Martín Sastre,  2010). La aparente vida idílica en el campo se torna en problema con la aparición en la historia de un concurso de la televisión al que la hija mayor inscribe a toda la familia. En este caso, El país de las maravillas es un concurso donde las familias compiten con productos que ellos mismos elaboran, y ofrece un premio en metálico y un crucero de lujo a la familia más tradicional: algo que hará que la tensión dentro de la familia de Gelsomina vaya en aumento.

El concurso pone de manifiesto, como ya hiciera  Reality (Matteo Garrone, 2012) la escasa calidad de una televisión berlusconiana. Se idolatra a la celebrity y a su alcance mediático, se erige como un arma que no conoce límites y que alcanza hasta el último rincón de un pueblo de Umbría, donde viven los protagonistas.

El padre de Gelsomina decide acudir a un programa de inserción y acoger temporalmente a un niño, varón, a cambio de que éste ayude en las labores de recolección de la miel. La llegada de Martín, un joven delincuente, hace que las reglas estrictas que mantienen unida a la familia se hagan más y más frágiles, porque se potencia aún más el desprecio del padre hacia el resto de mujeres del hogar y el sistema impuesto comienza a fracturarse. El drama se desencadena por no aceptar el inevitable crecimiento de la hija mayor, negarse a lo evidente y refugiarse en el pasado infantil de su hija.

De todo lo que representa una película, lo más fascinante para la directora es la interacción entre los personajes. De hecho, suele dibujar auténticos mapas emotivos de sus criaturas, que luego imprime y cuelga por todo su cuarto, antes de arrancar con el guión."El 99% de las entrevistas sobre cine van de personajes y elementos de color. Sin embargo, una película es otra cosa, es una telaraña de relaciones entre los protagonistas y de ellos con el ambiente. Un personaje solo no hace ningún movimiento", comenta la cineasta.

Rohrwacher afirma “de pequeña no tuve televisión, así que para mí siempre ha sido un misterio. Pero es un lugar de gran decadencia. En Italia ha creado un genocidio cultural. ‘Eficiencia’ o ‘lo que funciona’ me parecen términos peligrosos”, agrega la directora. “Ese genocidio ya se ha verificado. En Italia hay cierto adormecimiento post-mortem. Sí hay algún individuo dentro del país, pero en general no hay ningún impulso vital, me parece irrecuperable”.

Delicadeza y fragilidad, crítica social y descripción de personajes en esta pequeña obra. "Yo tengo claro lo que he hecho y lo que haré", remata la directora. Por lo pronto, trabaja en un filme sobre otro conflicto interno a una comunidad. Luego, "dos películas más". ¿Y por qué le quedan solo tres por rodar? "Quiero hacer un número de filmes dispar". 

EL PAIS DE LAS MARAVILLAS***1/2

Título original: Le meraviglie. Director: Alice Rohrwacher. Guión: Intérpretes: Maria Alexandra Lungu, Sam Louwyck, Alba Rohrwacher, Sabine Timoteo, Agnese Graziani, Monica Bellucci. Música: Piero Crucitti. Fotografía: Hélène Louvart. Productora: Tempesta, Rai Cinema. País: Italia-Suiza-Alemania. Duración: 107 min‎‎. Año: 2014. Género: Drama. Público: Todos