lunes, 18 de noviembre de 2013

UNA VIDA SENCILLA (TAO JIEN)

Una vida sencilla también es una película sencilla, pero muy humana, tierna y conmovedora. Una historia real, rodada al estilo documental pero con una calidez especial, rodada con actores profesionales y no profesionales. Trata sobre la relación de toda una vida entre Roger (Andy Lau), un productor de cine de mediana edad de Hong Kong, y Ah Tao (Deani Ip), la sirvienta que se ha ocupado de cuidar a Roger desde que era un niño y que ha servido a su familia como amah durante más de 60 años, aunque ahora viven casi todos en Estados Unidos. 


Un día al volver del trabajo, Roger descubre que Ah Tao ha sufrido un derrame cerebral. La lleva sin tardar al hospital, donde ésta anuncia que quiere dejar su trabajo y marcharse a una residencia de ancianos. Allí sigue desplegando su bondad y atención con todos, y allí irá a visitarla Roger, que ante los demás es “su yerno”, o ella “su tía”, porque resulta inusual el trato y el cuidado que se tienen.

Cuando a Ah Tao le llega la hora de jubilarse y sin ningún familiar que pueda hacerse cargo de ella, Roger decide que es el momento de devolver tantos años de servicio y se vuelca en ella como si se tratara de su propia madre. Buscará diferentes opciones hasta encontrar una habitación en un centro dirigido por un viejo amigo. La meterá en su vida haciéndole partícipe de los estrenos de sus películas, de sus amistades, etc. Al dedicar cada vez más tiempo y atención a las necesidades y antojos de Ah Tao, Roger descubre todo lo que ella significa para él.

                     Andy Lau y Deani Ip en Una vida sencilla 

Una vida sencilla ha recibido múltiples premios: en la edición de 2011 del Festival de Venecia: la Copa Volpi a la Mejor actriz; Mejor Películo y Mejor Actriz en el Hong Kong Film Critics, Mejor Actriz en Asian Film Awards, Mejor Actor, Mejor Actriz y Mejor Director en el Golden Horse y Premio del Público en el Cines del Sur. Una historia deliciosa sobre amor, dedicación y gratitud.


María Molina

UNA VIDA SENCILLA****

Título original: Tao Jie/A simple life. Director: Ann Hui. Guión: Susan Chan. Intérpretes: Andy Lau, Deani Ip, Anthony Wong. Productores: Roger Lee, Ann Hui, Chen Pui Wah, Zhang Hao, Sze Yeung Ping. ISAAN Enterteinment. Director de fotografía: Yu Lik Wai. Música: Law Wing Fai. País: China (Hong Kong). Año: 2012. Duración: 118 min. Todos los públicos.

lunes, 11 de noviembre de 2013

UN CERDO EN GAZA****

Jafar (Sasson Gabay, La banda nos visita, 2007), es un pescador palestino de Gaza, que encuentra un cerdo después de una tempestad en sus redes, probablemente caído de un carguero. Como buen musulmán, se propone librarse rápidamente de ese animal impuro y, dada su penosa situación económica, decide venderlo o ejecutarlo. Esta operación pondrá de manifiesto la precariedad en la que vive la población de Gaza, atrapada entre el bloqueo de Israel y de los islamistas que controlan la zona. Jafar comienza así una inverosímil aventura en su intento por intercambiar el animal sin ser descubierto por sus vecinos y familiares.


Sasson Galay, actor de origen iraquí, encarna un personaje tan tierno y delicioso que sólo él genera las situaciones más inverosímiles y llenas de humor. Una historia que, desde un punto de vista cómico, refleja  la complicada y delicada situación del pueblo de Gaza, atrapado entre los soldados israelitas y los yihadistas. Un lugar en el que sólo existe la pobreza y donde Jafaar está dispuesto a hacer todo lo posible por sobrevivir.

Sylvain Estibal, periodista francés convertido en cineasta, es ganador  del Premio del Público en el Festival de Tokio 2011 y el César 2012 al Mejor Primer Film. En esta ocasión escribe y dirige éste histriónico y honesto film del que se le ocurrió la idea al ver en Montevideo, la ciudad donde nació, grandes barcos cargados de ganado ovino. Recuerda con bastante buen humor cuando se imaginó que, en lugar de ovejas, viajaran cerdos y el olor que irían dejando a su paso, asociando su idea al conflicto político entre Israel y Palestina que sufre la población local.


Finalmente Jafaar comienza a hacer negocios clandestinos con una colona rusa-judía, Yelena, que cría a los cerdos no por su carne, sino por razones de seguridad y que sólo está interesada en el esperma del susodicho para tener más ganado con el que automantenerse. Jafaar andará todo el día sufriendo para pasar desapercibido como puede en compañía de este animal “prohibido” entre palestinos, los soldados israelíes y la amenaza de los fundamentalistas islámicos, pasando verdaderas desventuras llenas de humor, a veces negro y cruel.


Un cerdo en Gaza refleja las dificultades políticas y complejos problemas que experimentan ciudadanos anónimos como Jafaar en su día a día, condicionados constantemente por el bloqueo israelí, obligados a convivir con militares instalados en sus casas, evitando el contacto con los judíos y lidiando con las exigencias de los islamistas que controlan la zona. A través de la historia de Jafaar, Estibal, ofrece una visión fresca y humanista de ambos lados del conflicto en la que tanto los colonos judíos como los ciudadanos palestinos e incluso los soldados israelíes se muestran como personajes amables, llenos de rasgos y debilidades humanas (resulta especialmente tierna la relación establecida entre la mujer de Jafaar, Fátima, y uno de los soldados que acampa en su azotea, y que se sienta con ella a ver telenovelas brasileñas).
                  Sasson Galay (Jafaar) en una escena memorable

Una película sobre la añoranza de paz y convivencia a través de la absurda historia de encontrarse con un cerdo en Gaza. Una idea recogida en las palabras que el soldado dirige a Fátima comentando la telenovela: “Al final, dejan de discutir y acaban juntos. Si eso funciona en Brasil, ¿por qué no podemos hacerlo nosotros?”.
María Molina
UN CERDO EN GAZA
Título original: Le cochon de Gaza (When Pigs Have Wings). Director: Sylvain Estibal. Guión: Sylvain Estibal. Intérpretes: Sasson Gabay, Baya Belal, Myriam Tekaia, Ulrich Tukur,  Gasson Abbas. Producción: Coproducción Francia-Bélgica-Alemania; Marilyn Productions / StudioCanal / Saga Films / Rhamsa Productions / Barry Films. Fotografía. Romain Winding. Música: Aqualactica, Boogie Balagan. Duración: 93 min. 2011. Género: Comedia. Conflicto árabe-israelí. Público: Adultos.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

STOCKHOLM****

En Stockholm, Rodrigo Sorogoyen cuenta una historia de chico (simpático, insistente, ocurrente) que encuentra chica (hermética, intensa) en las calles de Madrid. Un relato generacional e hiperrealista. Pero Stockholm puede situarse junto a los mejores estrenos del año de un joven director (antes había codirigido 8 citas) que ha realizado una película de una factura impecable, con un guión construido con inteligencia, en el que la atención no decae nunca, unos personajes construidos a conciencia, consigue un duelo interpretativo casi perfecto y una (dolorosa) coherencia para terminar la historia no según lo esperado.

La dirección de actores es magnífica: consigue que Aura Garrido, sobre todo, pero también Javier Pereira se luzcan a su modo. Sorprende la estilizada elegancia en la construcción del espacio, en los movimientos de cámara, en la fotografía tanto nocturna como diurna, en la cadencia del tiempo. Presentada en la sección oficial del XVI Festival de Cine de Málaga, ha ganado Biznaga de Plata al mejor Director, Biznaga de Plata a la Mejor Actriz, Biznaga de Plata al Mejor Guionista Novel “Premio Alma”, y se ha presentado en el Montreal World Film Festival y en el Warsaw Film Festival. Su director Rodrigo Sorogoyen, es también co-director de series como La Pecera de Eva o Frágiles. Stockholm es una cinta donde solo hay dos personas. Ella y él. Dos chicos diferentes que actúan por impulso. Él está enamorado de ella. Ella no lo está de él. ¿Que tiene que hacer el chico para ganársela  Ser su esclavo, andar desnudo por la calle. Quizás así tenga una oportunidad...

                         Aura Garrido y Javier Pereira

Stockholm se presenta como un romance, pero también es un agudísimo análisis de las relaciones interpersonales. Una historia sobre el intento de besar a una guapísima chica, interpretada de forma brillante por Aura Garrido, su actuación y su belleza algo gélida forman en conjunto una atracción que invade al espectador dejándolo pegado a la butaca. Javier Pereira le da la réplica adecuada.Y parece que va a ser una historia diferente, consistente, única.




En Stockholm la pantalla es una pared y la pared es un espejo. Los protagonistas se han sentado en un sofá a beber un gin tonic y juegan al tira y afloja de las primeras citas en un plano fijo. La secuencia, de tempo espeso y textura turbadora, nos interpela porque nos vemos reflejados. Hace un año Sorogoyen, al frente de su productora Caballo Films (montada con sus amigos Borja Soler, Eduardo Villanueva y Alberto del Campo para “hacer de una vez la película que nos apetecía hacer”), puso su casa al servicio de un rodaje. Como el crowdfunding que les permitió alcanzar los 60.000 euros –14.000 fueron conseguidos en el portal de financiación colectiva Verkami gracias a 220 mecenas– que necesitaban para hacer Stockholm, como la capitalización de sueldos de todo el equipo, como el pase casero en el salón, en el sofá en el que se rodó la película. Pero no es éste el único juego de espejos. Afirma el director: “es una peli de dos mitades, de dos géneros”, de dos actitudes, de dos respuestas y de dos preguntas sin respuesta.

Parecía sin más una historia romántica tradicional pero acotada en esa generación de jóvenes entre los 25 y los 40, efímera y caprichosa, de amores inconsistentes, que mira con miedo al verdadero amor, y que encuentran el amor un sábado sí y otro también en cualquier garito de Malasaña, esos amantes de un amor desechable que el martes con suerte miran con recelo al que hace dos días les parecía el hombre o la mujer de sus vidas. Una mirada realista, pero irónica y cínica. Es ésa la generación caprichosa del personaje al que da vida Javier Pereira (Tu vida en 65'), un treintañero sin nombre, uno de esos tíos que ven a alguien una noche en una fiesta y a las bravas aseguran que se han enamorado perdidamente de la chica. Es ésa también la generación de ella (Aura Garrido, El cuerpo),  la chica que no cree en las declaraciones de amor express pero a la que seguramente al final de la noche consigas llevarte a tu casa a base de ingenio y constancia. Las referencias a Antes del amanecer y  parecidas, o la trilogía de Richard Linklater sobre el amor de pareja, sobrevuelan en toda la película.

Sorogoyen lo ha dicho: “Lo que más me gusta de la película es ese microcosmos que vivimos muchas noches los de nuestra generación y del que no se hacen películas, o si se hacen, son fantasiosas o edulcoradas”, la generación del mañana será otro día también aplicado al amor y a las relaciones.



De repente, sobreviene la segunda mitad: los personajes se rompen. Por la mañana son otros, son ellos mismos pero la realidad que los rodea los ha transformado –y aquí es cuando se revela el talento inmenso de los intérpretes, capaces de ser varios personajes dentro de uno solo–. Y viene el thriller blanco, frío, y todo sucede y golpea a la luz de la mañana, y todo recuerda también a Hanecke. Una película que impresiona y toca adentro.

STOCKHOLM*****

Título original: Stockholm. Director: Rodrigo Sorogoyen. Guión: Isabel Peña, Rodrigo Sorogoyen. Intérpretes: Javier Pereira, Aura Garrido, Jesús Caba. Fotografía: Alejandro de Pablo. Fecha de estreno: 08-11-2013. Duración: 93 min. País: España Año: 2013


María Molina