FUE LA MANO DE DIOS****
La nueva película de Sorrentino, ganadora del León de Plata en
el Festival de Venecia 2021, es una película maravillosa.
Fabietto Schissa es un joven de 17 años que está apenas
conociendo la vida. Una historia autobiográfica, con los guiños que acostumbra
tener una memoria llena de frescura y ternura, en este caso la de un cineasta
como Sorrentino. Son los años 80 en un Nápoles envolvente de los suburbios, con
el Vesubio omnipresente, el mar, el barrio, la luz, los lugares, los más
cercanos… Una revisitación muy personal de su tierra y un retrato de su
infancia y de las familias napolitanas. Las ganas de vivir, de disfrutar; la
forma de amar y de sufrir. El impacto de una tragedia en su vida, el sinsentido
y la rebeldía, la tristeza, de la que se libera finalmente a través del
seguimiento de un astro del fútbol en ese momento: Maradona.
El estilo de Sorrentino es de un barroquismo audiovisual en
los diálogos y las imágenes. Utiliza símbolos, signos, elementos que introduce
y justifica en su personal universo dentro de la imagen, zoom rápido, cámara
lenta… Su cine es una fiesta total, una feria estética marcada por el surrealismo,
pero también por el amor a lo cotidiano. Referencias al cine dentro del cine. Y
del fútbol.
Fabietto tendrá algo que contar y de forma memorable, en su
futuro como cineasta.
Guión brillante, donde se entremezclan risa y llanto,
discusiones, parlamentos, gritos…Y la música, vital y vibrante.
Costumbrismo y surrealismo en un cocktail casi Negroni de
Sorrentino. Un poema de lo que se pierde, de lo que se ama. Nostalgia y
exaltación de la celebración, de los que uno más quiere.
Una película que se ha estrenado en Netflix, y también en
cines.